La joven vive en una hermosa mansión, donde los suelos parecen espejos y las paredes se cubren de obras de arte. Jarrones de importación y muebles de anticuario, lámparas de cristal y primeras colecciones de libros. Y soledad. Mucha soledad.
Sus padres viajan mucho, y aunque "Nana" siempre está con ella, es una mujer mayor. Le duelen las rodillas, le crujen los huesos, le fallan la vista y las ganas.
Su cumpleaños se acerca, y ya le han preguntado qué desea. ¿Tal vez una joya exquisita? Un vestido de diseño, unos zapatos exclusivos, un bolso de piel...
Y ella pide.
-Solo quiero unos pájaros.
Tremenda estupefacción, qué desengaño y descontento, ¿Es posible que la joven haya perdido la razón? Si ella lo desea, solo tiene que decir el nombre de un solista o incluso, un grupo, y tocarán para ella en su fiesta. ¿Por qué habrá fiesta? Una de esas en las que acude lo más selecto de la sociedad.
-Solo quiero unos pájaros. - repite.
Así que sus padres buscan para ella aves exóticas de vistosos colores y nombres, acompañándolos de una bonita jaula dorada, con ciertas joyas engarzadas en el exterior de su base.
La muchacha da las gracias y en sus manos toma la jaula.
En silencio, asciende por la colina que fue su compañera de juegos cuando era más pequeña, y mira al cielo que no la ha abandonado ningún día desde que nació. Se quita los zapatos de marca para sentir la frescura del suelo y avanza decidida, jaula en mano, hacia el lugar donde su único amigo aguarda. Él, el árbol que ya perdió sus hojas, pero que siempre le deja su tronco para que pueda apoyarse. El que siempre la escucha recitar poemas o compartir sus inquietudes.
En una de sus ramas, cuelga la jaula.
Abre la puerta.
Y observa como los pájaros vuelan libres...
Y sonríe.
Es el mejor regalo que le han hecho hasta ahora.
Es un relato que hace pensar mucho. Tiene un sabor agridulce. Por un lado la tristeza de la niña encerrada en una jaula de oro, y por otro lado la libertad de los pájaros. ¡Cuántas personas viven encerradas en esa cárcel!
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besitos
¡Hola Rita! Esa era la idea, a veces las jaulas no tienen rejas. Muchos besos cariño mio :D
Eliminar¡Hola, Margarita! Después de leer este relato, me ha dejado pensando. Y es que no hay nada mejor que la libertad y muchas veces, nosotros mismos construimos nuestras propias celdas y quedamos encerradas en ellas. Siempre es un buen momento para tomar la decisión y liberarnos de lo que nos ata. Que tengas un maravilloso día. ¡Besos!
ResponderEliminar¡Muchisimas gracias Marita! Esa libertad ansiada... Besos cariño :D
EliminarHay muchas maneras de vivir encerrado sin poder escapar. Un beso
ResponderEliminarAsí es amiga mia . Besos :D
EliminarPor mucho que se tenga en esta vida si no se tiene libertad y cariño se carece de todo.
ResponderEliminarUn abrazo Margarita.
Asi es Juan. Un beso muy fuerte :D
EliminarHola ^^
ResponderEliminarNo te haces a la idea como me ha dado en el pecho este texto, desde el mismo título (que es especial para mi)
Gracias por compartirlo
Besos ♥
Gracias a ti Naya, tú eres una persona además muy sensible. Un beso preciosa :D
EliminarApreciable Margarita.
ResponderEliminarMagnífico relato de la joven de la mansión.
Tiene de todo y carece de lo más importante, su soledad.
Me hiciste recordar en alguna pincelada. A un libro que me ley hsce bastantes años. La Muñeca de la Vitrina.
Un abrazo de buenas noches.
¡Hola Mónica! Me alegro que te haya gustado. Un beso muy fuerte amiga mia :D
EliminarTriste y bello relato amiga Margarita. A ella no le falta nada, todo lo que desee se le concederá, pero vive en soledad y eso es triste, muy triste.... Saludos y abrazo.
ResponderEliminar¡HOla amiga SAndra! Ese deseo de libertad por encima de tantas otras cosas... Besos cariño :D
Eliminar¡Hola, Margarita!
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, ha sido muy intenso en cuanto a sentimientos y emociones :).
Un beso.
¡Hola AIda! '¡Muchisimas gracias! Besos :D
EliminarHola, me ha encantado el relato, creo que es precioso y está lleno de sentimientos. Ansiosa por ver el siguiente que nos tienes preparado.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
¡Muchisimas gracias lady Isabella! Muchos besos :D
EliminarMargarita, hay algo especial en liberar un ave y alguna he soltado yo. Me ha encantado el cuento, transmites una sensación de soledad que todo el lujo del mundo no podría curar. Me encantaría que todo el mundo se sintiera, en su interior, libre como esos pájaros.
ResponderEliminarUn beso.
¡Muchisimas gracias Ángel! Vi la imagen y el texto me llegó volando, nunca mejor dicho. Besos amigo mio :D
EliminarMargarita, es un gran relato, deja un sabor agridulce. Dice mucho más de lo que oarece. Mi aplauso por haberlo bordado.
ResponderEliminarUn beso.
¡Muchisimas gracias amiga mia! Besos :D
Eliminar¡Hola cariño! Muchisimas gracias por tu comentario. Me encantó Seda, es uno de mis libros favoritos. BEsos :D
ResponderEliminar¡Hola! =)
ResponderEliminarMe gusta mucho ^^
Besiiiiitos :P
¡Muchisimas gracias Leyna! Besos :D
EliminarMargarita, en tu relato nos dejas todo un símbolo del alma de la protagonista...Ella desea ser pájaro, como los que le han regalado para descubrir horizontes e infinitudes...Por eso abre la jaula y ve volar con placer esos pájaros que le han regalado, allá con ellas va su espíritu.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo entrañable por tus bellos cuentos y relatos.
¡Hola cariño! Muchos besos para tí y sí, lo de abrir la jaula es dejar volar su alma... Muchisimas gracias por tus bellisimos comentarios Mª Jesús :D
EliminarExcelente relato. Y didáctico, en lo que tiene de dar libertad a todo, empezando por uno mismo.
ResponderEliminarAbrazos Margarita.
¡Muchisimas gracias Ernesto! Hoy me he acordado de tí, he visto un reportaje de La Selva de Irati y de la magia de la zona del norte de España y digo... ¡mira! ¡Igual en uno de esos fantásticos parajes está mi amigo Ernesto! Besos :D
EliminarUn relato maravillo que me ha llegado ❤️
ResponderEliminarGracias, besos
¡Muchisimas gracias Espe! Muchos besos :D
EliminarQué bueno!
ResponderEliminarA veces los padres nos empeñamos en dar lo que nos parece importante. En tu relato es lujo. En otros son otras cosas. Ojalá tuviéramos orejas de elefante para escuchar no sólo lo que se supone deseable, también los deseos profundos de nuestros hijos, por únicos.
Un abrazo Margarita
¡Muchisimas gracias Loles! Y sí, ojalá tuvieramos esas orejas de elefante, ja ja. Besos amiga :D
EliminarMe encantan todos los sentimmientos que trasluce el texto.
ResponderEliminarUn beso enorme, amiga.
¡Qué relato más bonito! Hace pensar en la verdadera felicidad, en cómo nos dejamos engatusar por los bienes materiales, dejando a un lado la verdadera esencia del vivir, lo maravilloso que es la libertad, y que por desgracia, no sabemos apreciarla. Una muchacha que lo tenía todo, y sin embargo, le faltaba lo más importante, el cariño, la atención y el amor. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar¡Un saludo!