Páginas

Yo te cuento

lunes, 31 de agosto de 2020

Una travesura decorativa


¡Hola amigos! Hoy vengo a contaros mi última travesura, en este caso, decorativa, ja ja. 

¿Qué pensabais? ¡Pues claro que también hago travesuras de otro tipo! Pero... (no las voy contando así como así) jijiji

jueves, 27 de agosto de 2020

Campanas azules



El tacto rugoso de la piedra cosquilleaba sus dedos al acariciarla. Gustaba de caminar descalza, levantar la cara para que el sol la besara, dejar que el viento la despeinara a su gusto, sentir la vida desgranada en pequeños detalles.

Jamás imaginó que esos detalles tomarían forma de campanitas azules prendidas en su pelo, aspirando su perfume con los ojos cerrados y dejándose llevar con ellos abiertos.

Sintió la piedra cubierta de hiedra, aspiró olor a tierra mojada, sintió el abrazo de la Madre Tierra...

Nadie la volvió a ver jamás. Ni tampoco nadie comprendió como era posible que sobre el viejo muro de piedra, hubiese crecido un hermoso vergel de campanitas azuladas, en cuyo corazón se guardaban besos de aliento para los amantes de los pequeños detalles...

viernes, 14 de agosto de 2020

After Dark, Haruki Murakami


Tic, tac. Tic, tac. El reloj avanza. Cada minuto, cada segundo, cuenta en esta historia, donde los personajes muestran una pequeña ventana de su existencia a un lector atrapado en la cotidianidad de detalles, que marcan la vida de personas muy distintas. 

lunes, 10 de agosto de 2020

En el monte



Hay quien dice que se adentró en el monte buscando cobijo; intentando ocultar algún delito.

Otros rumorean que gusta de las artes oscuras, amigo de magos y brujos, cómplice de hechizos y posesiones.

Alguno asegura que es un fantasma que pena sus culpas, y que de encontrarlo, mejor no tocarlo, o se disolverá como el viento, llevándote con él.

Nadie piensa en la posibilidad más sencilla.

Solo es un hombre que gusta de pasear en solitario.

martes, 4 de agosto de 2020

Las notas de un piano


Las notas suaves de un antiguo piano de cola, se tornan caricias en torno a un corazón herido. Un pequeño contacto que consigue que los latidos se calmen, un pequeño beso melodioso que ayuda a detener el más loco de los tiempos, el de la mente que no puede dejar de evocar recuerdos amargos. 

Un batir de alas dentro del alma que deja que las notas musicales se abran paso... El deseo de un bálsamo que sane.